La adopción de tecnología por parte de los empleados ha experimentado un cambio significativo hacia un modelo autogestionado, accesible en cualquier momento, lugar o dispositivo. Este cambio ha creado un entorno donde los equipos de TI y seguridad enfrentan un aumento en la superficie de ataque de SaaS, que a menudo es desconocida y no gestionada. Un reciente informe de CrowdStrike destaca que el 80% de las violaciones de datos actuales utilizan credenciales comprometidas, lo que pone de manifiesto la magnitud del problema.
Para los usuarios, esta situación puede tener graves repercusiones. La posibilidad de que sus cuentas sean hackeadas aumenta exponencialmente si no se toman las precauciones adecuadas. Los atacantes pueden acceder a información sensible, realizar transacciones no autorizadas y en muchos casos, robar la identidad del usuario. Esto no solo afecta a la víctima directa, sino que también puede tener implicaciones en la organización para la que trabaja, resultando en pérdidas económicas y daños a la reputación.